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«THE LEFTOVERS»: «PÉRDIDA, DOLOR, SUFRIMIENTO, REDENCIÓN, FE Y ACEPTACIÓN»

Años: 2014-2017.

Temporadas: 3.

Episodios: 28.

Duración media de episodio: 55 minutos.

País: Estados Unidos.

Creadores: Damon Lindelof y Tom Perrotta (autor del libro en el que se basa).

Director@s: Mimi Leder, Keith Gordon, Carl Franklin, Peter Berg, Craig Zobel, Lesli Linka Glatter, Michelle MacLaren, Daniel Sackheim, Nicole Kassell y Tom Shankland.

Guion: Damon Lindelof, Tom Perrotta, Kath Lingenfelter, Jacqueline Hoyt y Curtis Gwinn.

Música: Max Richter.

Fotografía: Todd McMullen.

Reparto: Justin Theroux, Amy Brenneman, Carrie Coon, Christopher Eccleston, Ann Dowd, Amanda Warren, Liv Tyler…

Productora: HBO.

Sinopsis: Cuando el 2% de la población mundial desaparece de forma literal y abrupta, sin explicación alguna, quedando sólo sus ropas en el sitio en el que sus cuerpos se evaporaron, el resto de la población de la Tierra comienza a intentar comprender lo que ha pasado, y sobre todo lo que se supone que deben hacer al respecto. Uno de estas personas es el jefe de la policía Kevin Garvey (Justin Theroux) de un pequeño suburbio de Nueva York, padre de dos hijos, que trata de mantener cierta apariencia de normalidad.

HBO lo ha vuelto hacer. Ha vuelto a crear una serie diferente al resto de las que hay actualmente en la parrilla televisiva mundial apostando por un drama duro y desgarrador sobre el sentido de la vida, el amor y la fe partiendo de una premisa que, a primera vista, encajaría mejor en el formato de la ciencia ficción (la cual salpica muchos momentos de su trama, pero siempre utilizada como recurso y no como argumento principal).

Estamos ante una serie muy compleja que requerirá de l@s espectador@s una «mentalidad abierta», con ganas de «exprimirse el cerebro» y libre de «prejuicios» para poder disfrutar de su trama enrevesada, de su ritmo pausado, de sus numerosos personajes principales «rotos» y la ENORME carga emocional (dolor y sufrimiento) que la acompaña desde un estupendo episodio piloto muy desconcertante e impactante hasta su final algo descafeinado.

Sus creadores y parte del grupo del grupo de guionistas, Tom Perrotta (autor del libro homónimo en el que se basa la serie) y Damon Lindelof, conocido por ser co-creador y uno de los guionistas de la famosa y controvertida «Perdidos» (2004-2010) nos regalan una historia llena de matices y lecturas diferentes con un guion magistral en sus dos primeras temporadas estructurando las tramas en forma de «PUZLE» y usando una narrativa que «juega» con el tiempo (flashbacks, historias paralelas de personajes que se cruzan y saltos temporales para ir desarrollando su argumento de forma desconcertante enganchando y sorprendiendo al espectador a partes iguales). A la par que se va «liando» la gran madeja de la trama principal van sumándose más enigmas y misterios en unas subtramas que enriquecen muchísimo a la serie con nuevos personajes y cambios de escenarios que encajan y se resuelven perfectamente al final de la primera y segunda temporada. El problema llega con la tercera temporada, y al igual que pasara con las dos últimas de «Perdidos», l@s guionistas se ven envueltos en un «atolladero» (en el que ell@s mismos se meten al abarcar demasiados temas) para resolver un final que esté a la altura de las expectativas creadas; que sea creíble; que resuelva el misterio principal y todos los enigmas expuestos a lo largo de su metraje de manera coherente; que le de a cada personaje principal un «digno final» y que satisfaga a la mayoría de l@s seguidores. Gran parte de lo relatado lo consigue resolver con soltura, pero para ello recurre a situaciones algo forzadas en en su desarrollo para que todo vaya «encajando» para el desenlace acelerando de manera excesiva su trama y restando importancia, fuerza e intensidad tanto a los acontecimientos que suceden como a algunos personajes a los que «ningunea». Habrá much@s que queden plenamente satisfechos con el final y otros, como es mi caso, quedemos algo desencantados al dejar algunos cabos sueltos y hacer un epílogo poco arriesgado.

La dirección, como es habitual, en las series estadounidenses, es llevada a cabo por un grupo amplio de realizador@s entre los que destacan los nombres de dos ilustres y veteran@s como son Mimi Leder (que firmó, entre otras películas, «Deep Impact» en 1998 y «El pacificador» en 1997) y Peter Berg (que dirigió, entre otras, «Hancock» en 2008 o las recientes «Marea Negra» y «Día de patriotas» en 2016). Ambos están al cargo de numerosos episodios de la serie y en líneas generales, la realización cumple a la perfección rodando las escenas de acción (bastantes) de forma explícita sin escatimar en sangre y con mucha fluidez, las de sexo (escasas) sin ninguna censura y las dramáticas (las más numerosas) con una gran intensidad y fuerza.

Uno de los puntos más fuertes de la serie es, sin duda, lo bien que están estructurados, definidos y construidos todos los personajes principales. Cada uno de ell@s evolucionan tanto física como sobre todo emocionalmente a las mil maravillas sin prisas y vemos como se van enfrentando a sus inquietudes, miedos y conflictos internos en situaciones límites de una manera excelente. Tod@s ell@s, en mayor y menor medida, pasan por seis fases emocionales para poder encontrar el sentido de sus vidas, pasar página y seguir adelante: la PÉRDIDA de seres queridos, el SUFRIMIENTO en su fuero interno que provoca el no saber que fue de ell@s, el DOLOR de de su ausencia, la búsqueda de la REDENCIÓN mejorando su conducta y hábitos de vida, algun@s recurren a la FE para bucar respuestas y finalmente empiezan a pasar página tras la ACEPTACIÓN de que tienen que seguir con sus vidas. El casting elegido para dar vida a estos, ya INOLVIDABLES personajes, son desconocidos para para la mayoría del gran público, exceptuando a Liv Tyler que es la que menos minutos aparece en pantalla. Tod@s están SOBERBIOS en sus interpretaciones, pero los que se llevan la palma son los dos grandes protagonistas de la serie: Carrie Coon (Nora Durst) y Justin Theraux (Kevin Garvey).

La música compuesta por Max Richter es SUBLIME y muy variada. Empezando por la pieza de piano de la cabecera que sonará en los MOMENTOS CUMBRES de la serie que es MARAVILLOSA y pone los pelos de punta cada vez que suena y continuando con canciones que van desde baladas, pasando por el pop, hasta el rock más duro que son insertadas en las escenas de manera BRILLANTE y a las que le otorga un plus de FUERZA y SIGNIFICADO.

El aspecto visual, apoyado en un gran trabajo de fotografía a cargo de Todd McMullen con una iluminación llena de contrastes, luce muy bien con algunos planos muy hermosos tanto en escenarios interiores como exteriores.

En resumen, «The Leftovers» es una serie IMPERDIBLE que no dejará a nadie INDIFERENTE y que a cada un@ le «afectará» de manera distinta sacando sus propias conclusiones. Es CAUTIVADORA, HIPNÓTICA, DESCONCERTANTE, REFLEXIVA, CATÁRTICA, RARA, BRILLANTE, CAÓTICA, PARANOICA. ..pero ante todo y sobre todo, es una HISTORIA DE AMOR Y DESAMOR ENTRE DOS ALMAS ROTAS QUE VIVEN EN UN MUNDO EN EL QUE REINA EL DOLOR, EL SUFRIMIENTO Y LA LOCURA. Desde que viera en 2011, la que para mí es es la mejor serie DRAMÁTICA que he visto y con la que lloré a «moco tendido» en su final y que más me ha llegado al alma «A dos metros bajo tierra» (2001-2005), no había sentido tanta EMOCIÓN con ninguna serie o película como lo que me ha hecho sentir «The Leftovers». Podría haber sido una OBRA MAESTRA si su tercera temporada hubiera estado al nivel de las dos primeras cerrando todas las incógnitas que la serie plantea de manera más coherente y clara. A pesar de este importante hándicap, es una serie que deja HUELLA y que, desde ya, debería de convertirse en una SERIE DE CULTO.

Lo mejor: La música, la definición, evolución y resolución que da a todos los personajes principales y las actuaciones soberbias de todo el elenco destacando la labor de sus dos protagonistas: Kevin Garvey (Justin Theroux) y Nora Durst (Carrie Coon).

Lo peor: La tercera temporada, aún teniendo un gran nivel, no llega al la excelencia de las dos primeras y el final.

Nota: 9.

Cinefilo81