‘WONDER’ y la belleza extraordinaria
Año: 2017.
Duración: 106 minutos.
País: Estados Unidos.
Dirección: Stephen Chbosky.
Guion: Steve Conrad, Jack Thorne. Novela: R.J. Palacio.
Música: Marcelo Zarvos.
Fotografía: Don Burgess.
Reparto: Jacob Tremblay, Julia Roberts, Owen Wilson, Izabela Vidovic, Noah Jupe, Mandy Patinkin, Danielle Rose Russell, Millie Davis, Elle McKinnon, Bryce Gheisar, Daveed Diggs, Ty Consiglio, Kyle Harrison Breitkopf y Sônia Braga.
Productora: Lionsgate, Mandeville Productions y Participant Media.
Género: Drama. Comedia | Amistad. Infancia. Enfermedad. Familia. Acoso escolar/bullying.
Sinopsis: Un niño de 10 años nacido con una deformidad facial que le ha obligado a ser operado 27 veces de cirugía, se esfuerza por encajar en su nuevo colegio.
Premios:
2017: Premios Oscar: Nominada a mejor maquillaje
2017: Premios BAFTA: Nominada a Mejor maquillaje y peluquería
2017: Critics Choice Awards: Nom. a actor joven (Tremblay), guion adap. y maquillaje
CRÍTICA (SIN SPOILERS):
Tres años y medio después que la viera por primera vez me propuse revisar las dos obras que tenemos disponibles de Stephen Chbosky (aún sigo buscando su ópera prima ‘Las cuatro esquinas de ninguna parte’), posiblemente el único genio atrevido de retratar la sociedad actual en la niñez y adolescencia, ya que a la vuelta de la esquina tenemos ‘Dear Evan Hansen’ con ganas de arrasar y el suplemento de los letristas de ‘La La Land’ y ‘El gran showman’.
Una de las obras fue una adaptación de su propia novela ‘Las ventajas de ser un marginado’ con la que repite varios esquemas en ‘Wonder’ que le dan el ingenio y la marca de la casa al director como la parte teatral de los personajes exponiendo sus sentimientos y su autenticidad, los flashbacks entrañables, la relación de amistad con el profesor que acrecienta la autoestima y otras razones más para ver con buenos ojos el lado bueno de aquellas personas sucumbidas en traumas, depresiones y acoso.
Me gusta como Chbosky estructura a la perfección cada uno de los personajes. En ambas cintas sabemos todo del protagonista pero también de los secundarios y es esa construcción natural de los traumas, miedos y problemas por los que pasan cada uno de ellos girando en torno a lo que le sucede al personaje principal equilibrándolo todo de manera que no nos olvidemos de quien nos está hablando y aportando el más mínimo detalle para que todas las piezas del puzle encajen.
Una construcción soberbia y natural de personajes que incluso en las conversaciones se sienten humanas y cotidianas obviando frases rimbombantes y filosóficas que pueden vender otro tipo de películas. Dejando claro unos valores establecidos, un mensaje necesario y una motivación clara para poder conmover y dejar huella en cada uno de los espectadores que la vean.
Obviamente ‘Wonder’ es realista pero también es exagerada en las partes que tiene que serlo. No es una cinta perfecta y los momentos idílicos suceden aunque al fin y al cabo es lo que todos desearíamos. Ser felices siendo nosotros mismos, tener aceptación de todo el mundo siendo buenas personas y ver más allá del físico que tan impostado está en la sociedad de hoy en día, cada vez más superficial.
La evolución de los personajes es contada casi en forma de novela (por algo está basada en una) con los personajes como si fueran capítulos pero sin descentrar la atención de lo importante ‘Auggie’, quien te puede hacer reír como llorar y el objetivo está conseguido. Todos nos hemos sentido así, todos nos hemos reído de alguien injustamente y hemos sentido envidia de amigos y familiares por haber tenido más atención de la acostumbrada. ‘Wonder’ retrata a la perfección, la imperfección de las personas, no obvia esos claroscuros de ellos y aunque pueda justificarlos en el caso de los antagonistas, al final retrata una generación como pueden ser el reflejo de los padres.
En definitiva, ‘Wonder’ es lo más cercano a John Hughes (‘El club de los cinco’) y Rob Reiner (‘Cuenta conmigo’) que vamos a ver en este siglo, incluso creo que llega a superarlos en varios matices, tanto interpretativos como naturalidad a la hora de exponer cada tema.
Se echan en falta más cintas aleccionadoras con valores morales con niños protagonistas como ocurrió en los años 90 con filmes como ‘Radioflyer’, ‘Que nada nos separe’, ‘El inolvidable Simon Birch’ o ‘Mi amigo Ricky’ entre otros. Entre tanto remake y secuela, entre tantos plagios y repeticiones, necesitamos cultura, ingenio y motivación dentro de este panorama oscuro y filmes como el de Stephen Chbosky ayudan a confiar un poquito más en el séptimo arte.
Espero que tanto ésta como ‘Las ventajas de ser un marginado’, ambas dedicadas a un colectivo específico (infantil y adolescente) pero a la vez tan abiertas a todo el mundo, sean mostradas en colegios e institutos y se conciencien que hay que cuidar y querer a las personas más cercanas pero sobre todo respetar a todo el mundo, algo que se lleva pidiendo décadas pero no se cumple por obvias razones.
LO MEJOR: La construcción de personajes, lo natural y cotidiana que es, como toda feel good movie, su valor emotivo siempre cuenta.
LO PEOR: Puede ser exagerada en algunos momentos de conveniencia pero son ínfimos.
NOTA: 9
@starnine27