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«BOOGIE NIGHTS»: «RADIOGRAFÍA VIRTUOSA DEL CINE PORNO»

Año: 1997.

Duración: 156 minutos.

País: Estados Unidos.

Dirección: Paul Thomas Anderson.

Guion: Paul Thomas Anderson.

Música: Michael Penn.

Fotografía: Robert Elswit.

Reparto: Mark Wahlberg, Julianne Moore, Burt Reynolds, Don Cheadle, John C. Reilly, William H. Macy, Heather Graham, Philip Seymour Hoffman, Philip Baker Hall, Alfred Molina…

Productora: New Line Cinema / Lawrence Gordon / Ghoulardi Film Company.

Género: Drama | Comedia dramática. Cine dentro del cine. 

Sinopsis: A finales de los 70, Jack Horner, un director de cine porno que considera su trabajo una forma de arte descubre a Eddie Adams, un joven ingenuo que desea triunfar y que tiene unas características físicas muy adecuadas para ese tipo de cine. Eddie cambia su nombre por el de Dirk Diggler, se adapta inmediatamente a nuevo estilo de vida y pronto se convierte en una gran estrella del porno. 

Premios:

1997: 3 nominaciones al Oscar: guión, actor secundario (Reynolds) y actriz secundaria (Moore).

1997: Globos de Oro: Mejor actor de reparto (Burt Reynolds). 2 nominaciones.

1997: 2 nominaciones Premios BAFTA: Mejor actor de reparto (Reynolds) y guión original.

1997: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor secundario (Burt Reynolds).

1997: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor actriz y actor secundarios y Premio Nueva generación.

1997: Premio en el Festival de Toronto: Paul Thomas Anderson.

1997: Critics’ Choice Awards: Nominada a Mejor película.

1997: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión original.

1997: Sindicato de Actores (SAG): 3 nominaciones incl. Mejor reparto (Largometraje).

1997: Asociación de Críticos de Chicago: Mejor actor secundario (Reynolds). 4 nominaciones.

1998: British Independent Film Awards (BIFA): Mejor película int. en lengua inglesa.

CRÍTICA (SIN SPOILERS): 

En este segundo largometraje, Anderson retrata la industria del cine pornográfico comercial estadounidense a finales de los 70 coincidiendo con el esplendor y el declive de su denominada Edad de Oro (1969-1984). Eran cintas de contenido sexualmente explícito que obtuvieron el beneplácito de las salas de cine y la crítica logrando distribuirse internacionalmente. Algunos de los títulos más destacados de este géneron fueron «Blue Movie» (1969), «Mona» (1970) y «Garganga profunda» (1972). Tenían un presupuesto muy bajo y eran muy rentables para sus productores. Fue tal su éxito que hicieron la competencia en taquilla a las producciones de Hollywood. El fin de esta etapa llegó cuando emergió la popularidad del formato VHS. La industria se inclinó por este medio de distribución en detrimiento de las salas de cine y sus producciones inundaron los videoclubs.

Anderson estructura un guion dinámico y sólido en el que combina el drama con tintes eróticos con grandes dosis de humor. Con su enfoque trata de dignificar el trabajo de este sector que es menospreciado por la sociedad. Lo refleja en la pantalla mostrándonos las distintas labores que realizan el equipo de grabación (guion, fotografía, sonido, dirección, producción, montaje y actoral). Nos muestra los entresijos de la industria desde todos los puntos de vista posibles poniendo el acento sobre las relaciones personales entre los componentes de la producción centrándose en la vida del actor estrella, del director y la amante de éste. A través del primero nos relata la historia de un joven que quiere triunfar en la vida y que hará uso de su «don especial» para conseguirlo; el segundo es un artista que quiere elevar la calidad de su cine y la tercera es la protagonista de sus películas. Todos los personajes principales tendrán su desarollo indivual en busca de su sueño y transitarán por diversos altibajos para intentar conseguirlos. Los diálogos son muy FLUIDOS  haciendo que las interacciones entre el reparto sean muy rápidas y concisas en muchas ocasiones. Una de las mayores virtudes de la trama es su CONTRASTE. En los dos primeros tramos vemos una comedia con un tono desenfadado que coincide con el éxito de su cine y cuyo desenlace se transforma en un drama seco en el que los protagonistas vivirán su particular vía crucis y buscarán su redención.

La realización es MAGISTRAL. El uso reiterativo que hace el director de planos secuencias a base de travellings con cámara en mano es SOBERBIO destacando el inicial en el que nos presenta a la mayoría de los personajes (muy similar al de «Uno de los nuestros») , el de la fiesta de la piscina y otro protagonizado por el pequeño Bill. Consigue rodar las escenas más largas con un pulso encomiable y una introducción de la música milimétrica. El ritmo de la cinta es vertiginoso en su inicio y se vuelve más pausado cuando el drama sustituye a la comedia en una transición en el tono FORMIDABLE. Las secuencias de acción son ásperas y coreografiadas a la PERFECCIÓN  mostrando una violencia contundente. No se corta a la hora de rodar escenas peliagudas de sexo y ensambla un montaje PORTENTOSO dándole la dosis adecuada a cada personaje en cuanto a peso argumental y minutos en pantalla.

Mark Wahlberg, tras protagonizar el thriller «Pasión obsesiva» (1996), da vida a Eddie Adams, un joven camarero de 17 años  que tiene una relación difícil con su madre y que sueña con triunfar en la vida. Veremos su camino hacia la gloria dentro de la interpretación en el cine para adultos y su caída tras alcanzar la fama. Su destacada actuación apasionada le sirvió para dar un espaldarazo a su incipiente carrera.

Burt Reynolds es Jack Horner, un maduro y exitoso cineasta dentro de la industria del Porno Chic. Su propósito es hacer un tipo de cine que contenga argumento además de sexo. Es un personaje paternalista y afable con una gran vocación artística. El popular, irregular y carismático actor logró su mejor trabajo en su dilatada carrera haciendo un gran ejercicio de contención y sobriedad.


Julianne Moore enacarna a Amber Wawes, la amante y musa  de James. Su personaje es el que tiene más carga dramática y emocional. Le aporta una gran expresividad y credibilidad a su personaje transmitiendo fragilidad y ternura a partes iguales mientras ejerce su papel de madre sustituta para Eddie y Rollergirl, la joven co-protagonista de las cintas de Jack interpretada por una exhuberante Heather Graham.



El extenso reparto coral de secundarios cumple muy bien en sus papeles, destacando John C. Rilley, Don Cheadle y  William H. Macy. Como curiosidad, la actriz que interpreta a la mujer ninfómana del pequeño Bill es Nina Hartley, una actriz, directora y estrella pronográfica muy destacada de la década de los 80.


Uno de los aspectos artísticos más destacados es la ambientación recreando de una forma muy lograda el estilo de vida de aquella época creando unos decorados muy detallistas, destacando el de una discoteca en donde los personajes se sociabilizan en sus juergas nocturnas y en la cual Anderson rinde un excelente homenaje a «Fiebre del sábado noche» (1977). 

El vestuario, el estilismo y la fotografía están muy cuidados, pero el aspecto que más sobresale es la música compuesta por Michael Penn, colaborador habitual de Anderson. El soundtrack está repleto de grandes hits de Disco-pop de los 70 como «Sunny» de Boney M. o «Jessie’s Girl» de Rick Springfield.

«Boogie Nights» es una cinta que refleja una temática atípica dentro del celuloide en donde Paul Thomas Anderson crea una trama en el que combina la comedia y el drama en su justa medida con una realización VIRTUOSA. En su tramo intermedio tiene un ligero estancamiento en su desarrollo argumental, pero sus dos horas y media de metraje están bien equilibradas gracias a su endiablado ritmo. La radiografía que efectúa el cineasta estadounidense del mundo del cine para dultos y el estilo de vida en esa época es BRILLANTE.

LO MEJOR: La realización.

LO PEOR: Un pequeño bache que atraviesa la cinta en su parte central.

Nota: 8,5

Cinefilo81

«VENGADORES Endgame: EL FIN DE UNA ERA».

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Título original: Avengers: Endgame

Año: 2019
Duración: 181 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Anthony Russo, Joe Russo
Guion: Christopher Markus, Stephen McFeely (Cómic: Jim Starlin. Personajes: Stan Lee, Jack Kirby)
Música: Alan Silvestri
Fotografía: Trent Opaloch
Reparto: Robert Downey Jr., Chris Evans, Mark Ruffalo, Chris Hemsworth, Scarlett Johansson, Jeremy Renner, Don Cheadle, Paul Rudd, Brie Larson, Karen Gillan, Josh Brolin, Benedict Cumberbatch, Chadwick Boseman, Tom Holland, Zoe Saldana, Evangeline Lilly, Tessa Thompson, René Russo, Elizabeth Olsen, Anthony Mackie, Sebastian Stan, Tom Hiddleston, Danai Gurira, Benedict Wong, Pom Klementieff, Dave Bautista, Letitia Wright, John Slattery, Tilda Swinton, Jon Favreau, Hayley Atwell, Natalie Portman, Marisa Tomei, Taika Waititi, Angela Bassett, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas, William Hurt, Cobie Smulders, Sean Gunn, Winston Duke, Linda Cardellini, Maximiliano Hernández, Frank Grillo, Hiroyuki Sanada, Tom Vaughan-Lawlor, James D’Arcy, Jacob Batalon, Vin Diesel, Bradley Cooper, Gwyneth Paltrow, Robert Redford, Chris Pratt, Samuel L. Jackson, Alexandra Rachael Rabe, Ross Marquand, Joe Russo, Emma Fuhrmann, Michael James Shaw, Terry Notary, Yvette Nicole Brown, Callan Mulvey, Taylor Patterson, Ken Jeong, Ty Simpkins, Stan Lee
Productora: Marvel Studios
Género: Ciencia ficción. Fantástico. Acción.

Crítica: No han pasado ni 19 horas desde que salí de la sala donde ayer pude visionar Vengadores: Endgame y he de reconocer que la emoción aún me embriaga. No será quien escribe estas líneas sospechoso de ser un fan ciego de la factoría Marvel, más bien al contrario, pues, aunque me han entretenido la mayoría de las cintas que conforman este universo, pocas me han conseguido tocar el corazón. Afortunadamente, la película número 22 del MCU (Marvel Cinematic Universe) y la cuarta entrega de Avengers sí ha logrado tal hazaña.

Sin desvelar nada de la trama (contar una mínima parte de la misma sería caer en el spoiler), hay que hablar de los muchos aciertos que lleva consigo el penúltimo film de la fase 3 del universo MARVEL, que no son pocos. En primer lugar hay que destacar su tino a la hora de distanciarse del estilo de la mayoría de sus hermanas, columpiándose de la rama más dramática del género de superhéroes tan aplaudida en los últimos años (El caballero oscuro o V de Vendetta son ejemplos de ello) sin caer al suelo en ningún momento. Así pues, en este film, los hermanos Russo y los olvidados guionistas (¡qué denostada está la función del escritor!) Christopher Markus y Stephen McFeely profundizan en el lado más humano de los archiconocidos y múltiples superhéroes que aquí encontramos. Esto hace que empaticemos, más que nunca, con los personajes, unos personajes distribuidos perfectamente en la trama, pues ninguno de los protagonistas adolece de escasez de secuencias en un largometraje de 180 minutos de duración. De esta manera, cada uno de los vengadores y los guardianes de la galaxia que sobrevivieron a los acontecimientos ocurridos en Vengadores: Infinity War tienen su parcela en esta aventura. Cada uno con su misión, sus anhelos y sus temores, aspectos que mueven sus acciones y remueven los corazones de unos espectadores que verán, con lágrimas de emoción en sus ojos, cómo una etapa vital que ha durado once años llega a su fin.

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Es esta naturaleza emocional que caracteriza Vengadores: Endgame lo que la sitúa en un escalón por encima de las anteriores películas de Marvel/Disney. Por un lado, la llamada casa de las ideas ha sabido proporcionar al fan el homenaje que merece (y el que necesita), presentando guiños y más que guiños a las otras 21 películas del MCU, devolviendo a la gran pantalla multitud de personajes que habían caído olvidados en el ostracismo e impulsando otros que estaban teniendo un papel menos relevante dentro de la saga que nos concierne. Por otro lado, las escenas finales cargadas de épica y emoción y el equilibrio perfecto entre el drama y la acción hacen de este film el mejor regalo posible para los fans que han disfrutado de estos héroes durante once años.  

En definitiva, Avengers: Endgame es el mejor final posible a una saga que, ladrillo a ladrillo, ha construido un universo cinematográfico que pasará a la Historia del entretenimiento no sólo por amasar millones de dólares en todo el mundo y acercar al cine a medio mundo, también por crear un esquema narrativo que muchos han intentado copiar y muy pocos han conseguido llevar a buen puerto. Afortunadamente, el puerto a alcanzar por MARVEL aún está lejos y a pesar de que éste es el final de un camino, también es el principio de uno nuevo. Nuevo y emocionante.

LO MEJOR: El perfecto equilibrio entre drama y acción. La evolución de los personajes, los homenajes a todo el universo UCM y la emoción de muchas de sus escenas.

LO PEOR: Que Marvel/Disney haya tardado 11 años en hacer una película de esta altura.

NOTA: 8/10

@bernax16

«VENGADORES: INFINITY WAR»

Hoy se estrena en 398 cines de nuestro país de la mano de Disney la esperadísima cinta de superhéroes estadounidense «Vengadores: Infinity War». Supone el decimonoveno título del UCM y la tercera entrega que reúne al grupo de «Los Vengadores» tras «Los Vengadores» en 2012 y «Los Vengadores: La era de Ultrón en 2015». Está dirigida por los hermanos estadounidenses Anthony y Joe Russo que ya se han encargado de dirigir en el UMC «Capitán América: El soldado universal» (2014) y «Capitán América: Civil War» (2016) y que también dirigirán la cuarta y última entrega de «Los Vengadores» que se estrenará el año que viene. La trama gira entorno al enfrentamiento definitivo y más sangriento de todos los tiempos, donde Los Vengadores originales: «Capitán América» (Chris Evans), «Iron Man» (Robert Downey Jr.), «Thor» (Chris Hemworth), «Hulk» (Mark Ruffalo), «Viuda Negra» (Scarlett Johansson) y «Ojo de halcón» (Jeremy Renner), y con la ayuda de otros superhéroes encabezados por «Los Guardianes de la Galaxia» formados por «Star-Lord» (Chris Pratt), «Gamora» (Zoe Saldana), «Drax el Destructor» (Dave Bautista), «Mantis» (Pom Klementieff), Groot y Rocket, más «Doctor Extraño» (Benedict Cumberbatch), «Máquina de Guerra» (Don Cheadle), «Spider-Man» (Tom Holland), «Pantera Negra» (Chadwick Boseman), «Visión» (Paul Bettany), «Bruja Escarlata» (Elizabeth Olsen), Falcon (Anthony Mackie), «Lobo Blanco» (Sebastian Stan), «Ant-Man» (Paul Rudd) deben estar dispuestos a sacrificar todo en un intento de derrotar al poderoso Thanos (Josh Brolin), antes de que éste recolecte las Gemas del Infinito y pongan fin al Universo. Dentro de los personajes secundarios nos encontramos nombre conocidos dentro del UCM como «Heidmall» (Idris Elba), «Loki» (Tom Hiddelston», «El Coleccionista» (Benicio del Toro) y Pepper Potts (Gwyneth Paltrow, la eterna prometida de Tony Star/Iron Man, entre otros muchos.

La crítica especializada la ha recibido con grandes elogios señalado que es indiscutiblemente épica ofreciendo un espectáculo a la altura de las gigantescas expectativas. Es revolucionaria, deslumbrante, una nueva lección magistral del cine de superhéroes por parte de los hermanos Russo con regresos inesperados, sorpresas, sacrificios y un final que dejará boquiabiertos a los fans. Una ópera de acción elegante e ingeniosa con unas escenas de lucha emocionantes y técnicamente maravillosas.

Con un elevadísimo presupuesto de 300 millones de dólares se convierte en la película más cara de la historia junto a «Piratas del Caribe: En el fin del mundo» (2007) y «Liga de la Justicia» (2017). A esto hay que sumarle 200 millones de dólares gastados en marketing, lo que la convierte a día de hoy en la producción más costosa de la historia. Va a conseguir el número uno de nuestra taquilla este fin de semana con mucha ventaja sobre el resto de estrenos y tiene opciones de convertirse en el estreno más taquillero de lo que va de año superando los 4,1 millones de euros que obtuvo «Cincuenta Sombras Liberadas».

Cinefilo 81

«CAPITÁN AMÉRICA: CIVIL WAR», MÁS QUE UN CÓMIC

 

 

Ayer vi Capitan America Civil War,y me preguntaréis..Te gustó?.

“Las leyes son imperfectas porque las hacen hombres imperfectos».

Un millonario filántropo, que dedica su vida, su talento y su fortuna a proteger a los desvalidos y hacer de su mundo un lugar mejor.

Un ser puro, de fuertes convicciones en su propia bondad y una creencia inmutable en que el ser humano merece ser protegido por aquellos que, además de una superioridad física, poseen una limpieza moral, pero que, además, o precisamente por ello, estos seres “especiales” deben ser libres y no estar atados a ninguna bandera, ley o color.
En un momento determinado, las cosas se van de madre, una gran amenaza requiere una gran respuesta y los daños colaterales de esta defensa perciben que ese poder que les protege, puede ser terrible si se vuelve contra ellos, y se plantea la necesidad de controlar ese poder.
Ambos personajes, potencialmente amigos, acaban enfrentándose por una concepción distinta del orden y la libertad.

Disney hizo algo muy arriesgado, pero muy bueno a la larga con su saga de superhéroes, tenía a los peores (Ni X-Men, Ni Spiderman, ni los 4F) y decidió ir sembrando película a película una épica que no tenían los personajes con los que contaba (aún recuerdo con el escepticismo con el que entré a ver una película de uno de los personajes que menos me gustaban de Marvel: Iron Man y con la felicidad con la que salí del cine).
Disney contactó con los mejores guionistas de Marvel, estudió los personajes, les dio una forma cinematográfica y, sobre todo, una continuidad. No fue hasta varias películas después cuando los espectadores (al menos los torpes como yo) nos dimos cuenta de que estábamos ante una saga que va mucho más allá que ante una serie de películas aisladas con algún cameo común).

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Llegamos a Capitán América : Civil War, por tanto, con un trabajo previo construido a lo largo de ocho años con mayores o menores aciertos, pero con todos los personajes dotados de su propia historia, personalidad y su propio enlace sentimental con el espectador.

Es sorprendente lo criticada que fue la primera película de Capitán América (que a mí me encantó) y cómo ahora se convierte en una película absolutamente necesaria para entender el proceso que lleva a Steve Rogers a posicionarse de la manera en que se posiciona en esta peli. Cómo aquel muchacho que soñaba con defender a su país y llevar su bandera con orgullo por el mundo entero, sufre el revés de ver que su país primero lo convierte en un símbolo apayasado y luego pretende acabar con él cuando su integridad comienza a volverse molesta para los oscuros intereses de quienes han hecho de esa bandera un negocio y del patriotismo su manera de convencer a las masas de que sean sumisos y consientan la corrupción por el bien de unos colores.

También llega de manera lógica la postura de Iron Man que comenzó siendo un chuleta niño de papá y fue sufriendo paso a paso las consecuencias de sus actos, tomados con la libertad que da el dinero. El que convirtió su desenmascaramiento ante las cámaras en un desafío en plan “hago lo que me sale de los circuitos” y el que provocó el desastre de Sokovia en «Vengadores: La Era de Ultrón» (2015) por pensar que, con buenas intenciones sólo puede llegarse a buenos resultados.Se ha convertido en uno de los mayores defensores de que le controlen para evitar los remordimientos que dan los propios actos y desplazarlos a una “fuerza mayor” que decida por él y, por tanto, también pueda recoger las culpas.

Se ha creado una tendencia muy acuñada, muy futbolera, muy polítiquera y muy rentable publicitariamente, que es la de tener que posicionarse en uno de los dos equipos, y yo me niego a entrar en ese juego porque ya cuando leí los comics en los que se inspira esta historia (Por cierto, unos comics con un planteamiento mejor que todo el recorrido que tienen, y tambien muy distintos aunque coincidan en la base,para los que protestan porque no han adaptado los cómics tal cual) y a tomar postura porque me parece muy evidente que ambos bandos están a la vez equivocados y a la vez tienen razón. Los cómics nacieron ante las presiones de control gubernamentales tras el 11-S y ya entonces el debate era uno de esos inabarcable si quieres tratarlo de manera seria, sin adhesiones inquebrantables no meditadas.

Lo mejor no es quién tiene o no razón, lo mejor es que ambos tienen argumentos defendibles, serios, profundos y consistentes en el desarrollo que hemos visto en ambos. Lo bueno del planteamiento no es que gane uno, es que, en el fondo, ambos pierden.

Stark acaba viendo cómo los límites que el pretendía poner, lleno de buenas intenciones, son fácilmente sobrepasados por los poseedores del poder cuando visita ese “Guantánamo” submarino en el que, los antes héroes, han sido confiscados.
Rogers comprueba que ha sido azuzado por fuerzas del mal que han aprovechado su bondad en su beneficio para enfrentarle con su amigo, para convencerle de que su idea debía anteponerse a la amistad. Todos pierden, hasta la amistad pierde.

En los ocho años de películas del universo Marvel se han tratado estos temas:
– La venta de armas a países pobres para incendiar sus conflictos y hacerlos rentables para las grandes potencias.

– La corrupción del patrioterismo aprovechado para los intereses comerciales

– El abuso del poder yel abuso del control sobre el poder.

– La Rebelión ante el padre, el odio entre hermanos, Caín y Abel.

– La venganza como fin, la venganza como principio, el perdón como solución, el odio como enfermedad.

– El maltrato

– La envidia.

– Ser un Dios, encontrar tu humanidad.

– La necesidad del desapego de los seres queridos a cambio del regalo de una superioridad.
¿Podemos dejar de decir que estas películas son de puro entretenimiento?

Imagina que tú, con tu edad, pierdes un diente, y que a la mañana siguiente encuentras arrugado bajo la almohada un billete de cinco euros… Vives sólo, así que te asustas, piensas en quién ha podido colarse en tu casa, quién habrá sido el gracioso que te ha dado el susto, piensas incluso en la posibilidad de que ese billete estuviera ahí desde hace tiempo y tu casa necesitara una revisión higiénica profunda. Cualquier cosa menos pensar en el Ratoncito Pèrez, porque ese ratón, desgraciadamente, hace años que te dio el disgusto de no existir.
Tu yo de los ochos años se hubiera alegrado de perder el diente, se habría acostado nervioso sabiendo que durante la noche iba a ocurrir una magia que se iba a perder, y se hubiera levantado mirando fascinado a los cinco euros no tanto por su valor sino por lo maravilloso de que estuvieran ahí. Habría disfrutado todo el proceso.
Ese es el problema que percibo en muchos con los que hablo de las pelis de Marvel, que en lugar de suspender la realidad a favor de lo que debe ser el cine, y más el cine “fantástico” el disfrute del proceso, se sientan ante la pantalla dispuestos a demostrar algo tan obvio como que el Ratoncito Pérez no existe…Peor para vosotros, yo seguiré disfrutando de cada cinco euros que encuentre aunque sepa, como vosotros, que el Ratoncito Pérez no es Robert Downey Jr.

Y te preguntaras,pero te gustó la peli??? Juzga por ti mismo…

FeFo