Ayer vi Capitan America Civil War,y me preguntaréis..Te gustó?.
“Las leyes son imperfectas porque las hacen hombres imperfectos».
Un millonario filántropo, que dedica su vida, su talento y su fortuna a proteger a los desvalidos y hacer de su mundo un lugar mejor.
Un ser puro, de fuertes convicciones en su propia bondad y una creencia inmutable en que el ser humano merece ser protegido por aquellos que, además de una superioridad física, poseen una limpieza moral, pero que, además, o precisamente por ello, estos seres “especiales” deben ser libres y no estar atados a ninguna bandera, ley o color.
En un momento determinado, las cosas se van de madre, una gran amenaza requiere una gran respuesta y los daños colaterales de esta defensa perciben que ese poder que les protege, puede ser terrible si se vuelve contra ellos, y se plantea la necesidad de controlar ese poder.
Ambos personajes, potencialmente amigos, acaban enfrentándose por una concepción distinta del orden y la libertad.
Disney hizo algo muy arriesgado, pero muy bueno a la larga con su saga de superhéroes, tenía a los peores (Ni X-Men, Ni Spiderman, ni los 4F) y decidió ir sembrando película a película una épica que no tenían los personajes con los que contaba (aún recuerdo con el escepticismo con el que entré a ver una película de uno de los personajes que menos me gustaban de Marvel: Iron Man y con la felicidad con la que salí del cine).
Disney contactó con los mejores guionistas de Marvel, estudió los personajes, les dio una forma cinematográfica y, sobre todo, una continuidad. No fue hasta varias películas después cuando los espectadores (al menos los torpes como yo) nos dimos cuenta de que estábamos ante una saga que va mucho más allá que ante una serie de películas aisladas con algún cameo común).
Llegamos a Capitán América : Civil War, por tanto, con un trabajo previo construido a lo largo de ocho años con mayores o menores aciertos, pero con todos los personajes dotados de su propia historia, personalidad y su propio enlace sentimental con el espectador.
Es sorprendente lo criticada que fue la primera película de Capitán América (que a mí me encantó) y cómo ahora se convierte en una película absolutamente necesaria para entender el proceso que lleva a Steve Rogers a posicionarse de la manera en que se posiciona en esta peli. Cómo aquel muchacho que soñaba con defender a su país y llevar su bandera con orgullo por el mundo entero, sufre el revés de ver que su país primero lo convierte en un símbolo apayasado y luego pretende acabar con él cuando su integridad comienza a volverse molesta para los oscuros intereses de quienes han hecho de esa bandera un negocio y del patriotismo su manera de convencer a las masas de que sean sumisos y consientan la corrupción por el bien de unos colores.
También llega de manera lógica la postura de Iron Man que comenzó siendo un chuleta niño de papá y fue sufriendo paso a paso las consecuencias de sus actos, tomados con la libertad que da el dinero. El que convirtió su desenmascaramiento ante las cámaras en un desafío en plan “hago lo que me sale de los circuitos” y el que provocó el desastre de Sokovia en «Vengadores: La Era de Ultrón» (2015) por pensar que, con buenas intenciones sólo puede llegarse a buenos resultados.Se ha convertido en uno de los mayores defensores de que le controlen para evitar los remordimientos que dan los propios actos y desplazarlos a una “fuerza mayor” que decida por él y, por tanto, también pueda recoger las culpas.
Se ha creado una tendencia muy acuñada, muy futbolera, muy polítiquera y muy rentable publicitariamente, que es la de tener que posicionarse en uno de los dos equipos, y yo me niego a entrar en ese juego porque ya cuando leí los comics en los que se inspira esta historia (Por cierto, unos comics con un planteamiento mejor que todo el recorrido que tienen, y tambien muy distintos aunque coincidan en la base,para los que protestan porque no han adaptado los cómics tal cual) y a tomar postura porque me parece muy evidente que ambos bandos están a la vez equivocados y a la vez tienen razón. Los cómics nacieron ante las presiones de control gubernamentales tras el 11-S y ya entonces el debate era uno de esos inabarcable si quieres tratarlo de manera seria, sin adhesiones inquebrantables no meditadas.
Lo mejor no es quién tiene o no razón, lo mejor es que ambos tienen argumentos defendibles, serios, profundos y consistentes en el desarrollo que hemos visto en ambos. Lo bueno del planteamiento no es que gane uno, es que, en el fondo, ambos pierden.
Stark acaba viendo cómo los límites que el pretendía poner, lleno de buenas intenciones, son fácilmente sobrepasados por los poseedores del poder cuando visita ese “Guantánamo” submarino en el que, los antes héroes, han sido confiscados.
Rogers comprueba que ha sido azuzado por fuerzas del mal que han aprovechado su bondad en su beneficio para enfrentarle con su amigo, para convencerle de que su idea debía anteponerse a la amistad. Todos pierden, hasta la amistad pierde.
En los ocho años de películas del universo Marvel se han tratado estos temas:
– La venta de armas a países pobres para incendiar sus conflictos y hacerlos rentables para las grandes potencias.
– La corrupción del patrioterismo aprovechado para los intereses comerciales
– El abuso del poder yel abuso del control sobre el poder.
– La Rebelión ante el padre, el odio entre hermanos, Caín y Abel.
– La venganza como fin, la venganza como principio, el perdón como solución, el odio como enfermedad.
– El maltrato
– La envidia.
– Ser un Dios, encontrar tu humanidad.
– La necesidad del desapego de los seres queridos a cambio del regalo de una superioridad.
¿Podemos dejar de decir que estas películas son de puro entretenimiento?
Imagina que tú, con tu edad, pierdes un diente, y que a la mañana siguiente encuentras arrugado bajo la almohada un billete de cinco euros… Vives sólo, así que te asustas, piensas en quién ha podido colarse en tu casa, quién habrá sido el gracioso que te ha dado el susto, piensas incluso en la posibilidad de que ese billete estuviera ahí desde hace tiempo y tu casa necesitara una revisión higiénica profunda. Cualquier cosa menos pensar en el Ratoncito Pèrez, porque ese ratón, desgraciadamente, hace años que te dio el disgusto de no existir.
Tu yo de los ochos años se hubiera alegrado de perder el diente, se habría acostado nervioso sabiendo que durante la noche iba a ocurrir una magia que se iba a perder, y se hubiera levantado mirando fascinado a los cinco euros no tanto por su valor sino por lo maravilloso de que estuvieran ahí. Habría disfrutado todo el proceso.
Ese es el problema que percibo en muchos con los que hablo de las pelis de Marvel, que en lugar de suspender la realidad a favor de lo que debe ser el cine, y más el cine “fantástico” el disfrute del proceso, se sientan ante la pantalla dispuestos a demostrar algo tan obvio como que el Ratoncito Pérez no existe…Peor para vosotros, yo seguiré disfrutando de cada cinco euros que encuentre aunque sepa, como vosotros, que el Ratoncito Pérez no es Robert Downey Jr.
Y te preguntaras,pero te gustó la peli??? Juzga por ti mismo…
FeFo